Posiblemente durante las ultimas semanas han visto un poco mas de movimiento en la parroquia. Generalmente este tiempo del año es cuando nuestros niños y nuestros jóvenes, y aun algunos adultos, concluyen sus programas de formación y reciben sus sacramentos.
Este es un tiempo bien bonito en el que presenciamos que la iglesia está viva. A mi personalmente me gusta este tiempo porque veo como la fe se vive en familias y en rostros concretos. Es muy gratificante ver como los niños y los jóvenes de la parroquia ven coronados los esfuerzos de dos años de preparación para la recepción de los sacramentos. Se que el tiempo de la preparación es un tiempo de mucho esfuerzo para toda la familia. Pero todo lo que es bueno para nosotros requiere de esfuerzo y sacrificios. O como decimos de otra manera: ‘lo bueno cuesta,’ y los sacramentos no son la excepción. Pero aunque se pase por sacrificios, este tiempo es un tiempo de mucha alegría para la parroquia y para las familias.
El fin de semana pasado escuchábamos en el evangelio como Jesús nos decía que nosotros somos sus ovejas y que él nos da la vida eterna. Una de las maneras mas concretas, mas visibles y mas personales a través de las cuales nos da esa vida eterna es la vida sacramental. Dicho de otra manera, Jesús el buen Pastor, sigue cuidando de sus ovejas y nos sigue dando la vida eterna a través de los sacramentos que los sacerdotes administran a los fieles.
En nuestra comunidad parroquial nosotros somos muy bendecidos porque tenemos unos programas que se han establecido precisamente para ese fin: para que el Señor siga ofreciendo la vida a través de los sacramentos a las personas de nuestra comunidad parroquial. Y gracias a Dios tenemos ‘la casa llena’ (como diríamos utilizando una expresión coloquial.)
Este año durante la Vigilia Pascual tuvimos siete personas que recibieron el bautizo, cinco de ellas recibieron el sacramento de la confirmación en esa misma Misa. Una semana después de la Pascua nuestra comunidad parroquial se alegró al ver como 125 personas (la gran mayoría jóvenes) del programa de confirmación y de los programas de RICA y RCIA recibieron el sacramento de la Confirmación. Estos tres últimos sábados hemos presenciado como alrededor de 240 niños y niñas (incluyendo algunos estudiantes de nuestra escuela parroquial) han recibido el sacramento de la Eucaristía en su primera comunión.
Les pido que le agradezcamos a Dios nuestro Señor por estos regalos tan grandes que les ha hecho a estos hermanos y hermanas nuestros al entregarse a ellos en los Sacramentos de Iniciación. Y también les pido que nos unamos en una oración de gratitud a Dios porque el hecho de que nuestra parroquia vive estas celebraciones quiere decir que Jesús esta vivo, que nosotros somos una parroquia viva, una parroquia con fe. Somos muy bendecidos porque Dios nos sigue dando la vida eterna a través de los sacramentos y nos sigue demostrando su amor.
Muchas felicidades a todos los que han recibido los sacramentos en las ultimas semanas en nuestra comunidad parroquial.
P. Manuel Rosiles, MSpS
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